SAN ANTIMIO,
Obispo y Mártir
n. Nicodemia, Bitinia; † martirizado hacia el año 303
El demonio, cuando profiere una mentira, habla como quien es,
por ser de suyo mentiroso y padre mentira.
(Juan, 8, 44).
- En Nicomedia, el triunfo de san Antimo, Obispo y Mártir; el cual, en la persecución de Diocleciano, decapitado por confesar a Cristo, alcanzó la gloria del martirio. Siguió también la suerte del Pastor casi toda su grey, mandando el Juez a unos cortar la cabeza, a quemar en hogueras y a otros, metidos en barquillas, sumergir en alta mar.
- En Tarso de Cilicia, los santos Cástor y Esteban, Mártires.
- En Bolonia, san Tertuliano, Obispo y Confesor.
- En Brescia, san Teófilo, Obispo.
- En Egipto, san Teodoro, Abad, que fue discípulo de san Pacomio.
- En Constantinopla, san Juan, Abad, el cual, por el culto de las sagradas imágenes, combatió muchísimo en tiempo de León Isáurico.
- En Tarragona de España, san Pedro Armengol, de la Orden de santa María de la Merced, Redención de cautivos; el cual, habiendo padecido muchos trabajos en el África por rescatarlos, al cabo, en el Convento de santa María de los Prados, descansó con santo fin.
- En Luca de Toscana, santa Zita, Virgen, esclarecida por la fama de sus virtudes y milagros.
- Conmemoración de san Pedro Canisio, presbítero, de la Compañía de Jesús, Confesor y Doctor de la Iglesia, que el día 21 de Diciembre pasó al Señor.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SAN ANTIMIO,
Obispo y Mártir
San Antimio era obispo de Nicomedia, cuando el emperador Diocleciano envió unos soldados para que se apoderaran de su persona. Lo encontraron los soldados y le preguntaron si conocía a Antimio; él los condujo a su casa, dióles un espléndido festín y, después, declaróles que era el hombre a quien buscaban. Los soldados quisieron salvarle valiéndose de una mentira, pero el santo obispo rehusó este favor; tanto los instó que, por fin, lo condujeron ante el emperador. Éste lo hizo decapitar. Corría el año 303 de nuestra era.