SAN JOSÉ,
Esposo de la Bienaventurada
Virgen María
Patrono de la Iglesia Católica; trabajadores; carpinteros; artesanos; personas en trance de muerte; familia; padres de familia; mujeres embarazadas; matrimonios; niños por nacer; tesoreros; emigrantes e inmigrantes; viajeros; ingenieros; justicia social; quienes luchan contra el comunismo. Se lo invoca cuando se quiere comprar o vender una propiedad; en los momentos de duda; para pedir, por su intercesión, una buena y santa muerte.
Teniendo, pues, qué comer, y con qué cubrirnos,
contentémonos con esto.
(1 Timoteo 6, 8)
- En Judea, el dichoso tránsito de san José, Confesor, Esposo de la bienaventurada Virgen María y Patrono de la Iglesia universal. (trasladada desde el 19 de marzo)
- En Judea, el tránsito de san Joaquín, padre de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, Confesor. Su fiesta se celebra el 16 de Agosto.
- En Asia, el tránsito de san Arquipo, que fue compañero de san Pablo Apóstol, quien hace mención de él en la Carta a Filemón y en la escrita a los Colosenses.
- En Siria, los santos Mártires Pablo, Cirilo, Eugenio y otros cuatro.
- En el mismo día, los santos Fotina, Samaritana, José y Víctor, sus hijos; Sebastián, Capitán, Anatolio, Focio, Fótides y dos hermanas, Parasceves y Ciríaca; todos los cuales, por confesar a Cristo, consiguieron el martirio.
- En Amiso de Paflagonia, siete santas mujeres, a saber: Alejandra, Claudia, Eufrasia, Matrona, Juliana, Eufemia y Teodosia; que, por confesar la fe, fueron martirizadas, y a quienes siguieron Derfuta y una hermana suya.
- En Apolonia, san Nicetas, Obispo, que desterrado por el culto de las sagradas Imágenes, entregó allí su espíritu a Dios.
- En el monasterio de Fontenelle, en Francia, san Vulfrán, Obispo de Sens, que, renunciando el Obispado y esclarecido en milagros, pasó allí de esta vida.
- En la Gran Bretaña, la feliz muerte de san Cutberto, Obispo de Lin-disf arne; el cual, desde la niñez hasta la muerte, resplandeció en santas obras y milagros.
- En Sena de Toscana, el beato Ambrosio, de la Orden de Predicadores, ilustre en santidad, predicación y milagros.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SAN JOSÉ,
Esposo de la Bienaventurada Virgen María
San José fue esposo legal de María y padre nutricio de Jesús. Bastan estas dos palabras para su elogio. La gran humildad de que dio pruebas ejerciendo el oficio de carpintero, la solicitud con que rodeó la infancia del Salvador, su respeto para con la Madre de Dios, lo hicieron digno de morir en los brazos de Jesús y de María. ¡Oh dulce muerte! ¿Quieres tú morir como él? Imita sus virtudes e invoca su protección.